Hace algunos años estaba con una amiga mientras cocinaba y empezó a abrir una lata... siempre supe que era zurda, pero al verla usar ese abrelatas de diestro con su mano izquierda, comprendí lo difícil que podían ser las cosas. Las personas diestras en general no nos imaginamos los obstáculos que tienen que superar los zurdos. Imaginemos que atravesamos un espejo y encontramos que todo esta invertido. Las tijeras, los cuadernos, las máquinas herramienta, las de coser, planchas, etc. Siendo adultos podremos pensar como salir adelante, pero un niño zurdo encuentra barreras en elementos de su vida diaria.
Es importante detectar si nuestro hijo es zurdo para poder ayudarlo a superar los obstáculos de un mundo para diestros. Al nacer todos somos básicamente ambidiestros, pero al poco tiempo una de las manos se hace más fuerte y hábil. Llegados los tres años ya se puede determinar si la criatura es zurda o diestra. Para saber cuanto antes qué mano domina hay que observarlos con detenimiento cuando pintan, cuando se lavan los dientes, cuando usan el cepillo de uñas independientemente de con qué mano lo sujete, siempre moverá la mano que domina.
La condición de la zurdera es de carácter físico, se determina en la gestación según la función que desempeña cada hemisferio cerebral. Se calcula que un 10% de la población mundial es zurda o ambidiestra.
La escolarización es un cambio crítico para los zurdos. Mientras sus compañeros de clase se centran en la prolijidad de la escritura, ellos deben empezar por vencer la dificultad de escribir en sentido opuesto a su naturaleza. A menudo tienen agotamiento en la mano, toman una mala postura y su letra es desprolija . Conviene, desde el primer momento, enseñarles a sentarse correctamente a la hora de trabajar y facilitarles los instrumentos adecuados como las tijeras para zurdos. A la hora de elegir el compañero de banco, si este es zurdo no habrá problema, pero en caso de que no lo sea se deben sentar con las manos hábiles hacia afuera de modo que no se choquen al trabajar y tengan ambos libertad de movimiento.
Los niños zurdos necesitan ser acompañados por sus padres y sus maestros. No basta con dejarlos que se manejen con la izquierda. Hay que acostumbrarlos, poco a poco, a enfrentarse con los quehaceres diarios siempre pensados para gente diestra. Pues es el mundo en el que deben desarrollarse. Por eso, cuando un niño es zurdo, los padres deben advertirlo en el colegio y exigir que se les den las mismas facilidades y se lo trate con el mismo respeto y paciencia que si fuera diestro.
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